viernes, 1 de septiembre de 2006

Siguen saliendo músicos raros, raros, raros...

Ya vimos al que tocaba el piano con las bolas (con perdón) y un Mozart a ritmo de samba. Pues la cosa no queda ahí, sobran frikis por todas partes y aquí tengo dos claros ejemplos.

Namber güan:

El tío de las bocinas. Hace falta coraje....




Namber chú:

Un tio que se ha puesto ciego a beber litronas y las quería reciclar ¿cómo?
Pues afinando cada una y poniendolas sucesivamente en dos rectas, de forma que, cuando se pasa entre ellas con unos patines equipados con espuelas, suene algo... ¿que no? denle al "vidrio" jejeje



Ahora vas y lo cascas....

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