Siguen saliendo músicos raros, raros, raros...
Ya vimos al que tocaba el piano con las bolas (con perdón) y un Mozart a ritmo de samba. Pues la cosa no queda ahí, sobran frikis por todas partes y aquí tengo dos claros ejemplos.
Namber güan:
El tío de las bocinas. Hace falta coraje....
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